50 pinturas de Rembrandt en colecciones estadounidenses
(19/02/2012)




El Museo de Cleveland ofrece hasta el 28 de mayo una exposición sin precedentes que reúne las grandes obras de Rembrandt que se conservan en los Estados Unidos. Son más de 50 pinturas procedentes de colecciones públicas y privadas que ilustran todas las etapas del artista más grande de la Edad de Oro holandesa. Un regalo para la vista y una rara oportunidad de comprender el modo en que evolucionó la opinión de los expertos a la hora de atribuir alguna obra a Rembrandt.
Millonarios como Paul Getty, Andrew Mellon y George Eastman invirtieron ingentes cantidades de dinero durante los siglos XIX y XX para decorar sus casas con obras de maestros europeos que exhibían como trofeos. Esa pasión por el coleccionismo llevó al otro lado del Atlántico centenares de obras maestras y también trabajos de menor entidad que inicialmente se atribuyeron a primeras figuras como el propio Rembrandt. Fue así como el continente americano se convirtió en banco de pruebas para numerosos descubrimientos y cambios de atribución.
Es lo que ocurrió con ‘La fiesta de Esther’ y ‘Hombre joven con una espada’, obras anteriormente atribuidas al propio Rembrandt que ahora se adscriben a Jan Lievens, compañero y amigo del maestro. Junto a ellas se exhiben casi dos docenas de pinturas de la época que alguna vez fueron atribuidas a Rembrandt van Rijn, y como tales se vendieron en los Estados Unidos, aunque ahora ya no figuran en su catálogo oficial.
No tiene nada de extraño si se tiene en cuenta que en el taller de Rembrandt llegaron a trabajar hasta medio centenar de colaboradores. Coetáneo de Velázquez, el maestro holandés gozó del aprecio de sus contemporáneos desde que realizó su afamada ‘Lección de anatomía’ con sólo 26 años. Por aquel entonces ya trabajaba a destajo en su estudio de Ámsterdam, el gran centro comercial y financiero del siglo XVII.
De esa etapa proceden piezas tan valiosas como los retratos de Johannes Elison y su esposa (1634), que pertenecen al Museo de Bellas Artes de Boston. También merecen ser destacados el ‘Retrato de Joris de Cauerii’ (1632), propiedad del Museo de San Francisco; el ‘Hombre joven con una boina negra’ (1666), del Museo Nelson-Atkins de Kansas City; y la ‘Lucrecia’ del Instituto de Arte de Mineápolis, pintada en 1666.
En total se exhiben más de 30 pinturas procedentes de colecciones privadas, y otras dos docenas que son propiedad de diferentes museos. ‘Rembrandt en los Estados Unidos’ ilustra así la ambición coleccionista de los primeros multimillonarios norteamericanos, que alimentó, a su vez, el estudio de la obra de Rembrandt. Por eso no es de extrañar que algunos de los mejores expertos en el maestro de la luz y de las sombras se formaran en América del Norte, donde la devoción por el artista no ha dejado de crecer durante los últimos 200 años.
La exposición, que ya pudo visitarse en el Museo de Arte de Carolina del Norte, viajará al Instituto de Arte de Mineápolis tras su exhibición en el Museo de Cleveland. Las tres instituciones han coproducido el ambicioso proyecto.