La Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs) no celebrará su cuarta edición en el otoño boreal de 2012, como anunció la galerista Juana de Aizpuru. Las deudas con los artistas,
www.binomo-in.net.br/safe proveedores y empresas de servicio que participaron en la tercera edición supera los 500.000 euros, y las administraciones públicas atribuyen a esa circunstancia que no puedan subvencionar a la Fundación Biacs en esta ocasión. Aunque ninguna de ellas habla de aplazamientos, ni de futuro.
La Bienal de Sevilla, que en su última edición atrajo a 131.000 visitantes, ofrecía casi 200 propuestas de un centenar de artistas interesados mayoritariamente por la fotografía, el video y la instalación. Peter Wiebel, que fue director artístico de la Biacs3, quería "abrir las puertas de una nueva época del Arte".
El presupuesto de la Biacs siempre fue una magnitud insondable. Gestionado por una fundación de carácter privado, nunca se han
binomo-in.net.br/sign_up publicado las cifras, ni las partidas, ni los balances. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que la Biacs3 costó 2,5 millones de euros, y que el Gobierno autónomo de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla pagaban la mitad de lo presupuestado. Pero las empresas y otros benefactores privados fueron incapaces de reunir el resto.
El ‘alma mater’ de la Bienal de Sevilla fue Juana de Aizpuru, una veterana galerista que ya no tiene sala de exposiciones en la ciudad. Ella la creó en 2005, y luego pasó a segundo plano como presidenta de honor de su fundación. En 2011, dio otro paso al frente cuando creyó
http://binomo-in.net.br peligrar su proyecto más querido, pero era demasiado tarde. Su insistencia no fue suficiente para conmover la reticencia de las autoridades.
Juana de Aizpuru quiso llevar a Sevilla a Moritz Küng, un historiador suizo establecido en España desde 2009, cuando fue contratado en Barcelona para dirigir el nuevo Centro de Arte Canódromo, que nunca llegaría a inaugurarse como tal. Aizpuru se refirió a Küng como un “comisario joven” que aplicaría el modelo diseñado por ella para rescatar la Biacs. Según la galerista, Küng se encargaría de atraer a la Biacs “artistas más jóvenes", lo que supondría “ahorrar un poco”. Por aquel entonces, los cimientos de la Biacs estaban “puestos” y, además, eran “firmes”, según la famosa marchante.
El comisario suizo redactó para la Bienal de Sevilla “un estudio” a raíz de la “petición” de Juana de Aizpuru, aunque nunca recibió “respuesta oficial” de la Fundación que preside Aizpuru. "¿Es correcto que yo me considere el comisario de la Bienal? “, se preguntaba retóricamente cuando se desató un escándalo mayúsculo por su abultada nómina de Barcelona, donde nunca llegó a dirigir nada. Desde Sevilla, la Plataforma de Reflexión sobre Políticas Culturales (PRPC) calificó de "lamentable" la actitud de Küng por culpar a los periodistas de la evolución de ese "vodevil caro e impresentable" en el que se convirtió la Biacs a finales de 2011. Según la PRPC, la bienal acabó convirtiéndose en un "despeñadero de los comisarios que la tocan".