El Museo McNay exhibe en San Antonio su propio Greco
(17/01/2012)




‘Cabeza de Cristo’, un cuadro que durante décadas se había considerado una copia de la versión original de El Greco, ha pasado a engrosar la lista de pinturas auténticas del maestro cretense. El lienzo, que formó parte de la colección de Marjorie y Duncan Phillips, cuenta con el beneplácito de Leticia Ruiz Gómez, jefa del Departamento de Pintura Española hasta 1700 del Museo del Prado, que se desplazó al Museo McNay de Texas para corroborar su autoría. La especialista española lo incluirá en el tercer tomo del catálogo razonado de la obra de Domenico Teotocopulos.
“Es un cuadro muy bello, y su autoría no ofrece la menor duda”, asegura la doctora Ruiz Gómez, discípula aventajada del profesor José Álvarez Lopera, que la precedió en en su cargo actual. Leticia Ruiz Gómez dice, además, que ‘Cabeza de Cristo’ cuenta con una “muy buena bibliografía”, y y puede asimilarse a la versión autógrafa que se conserva en la Galería Naródni de Praga.
El lienzo cuelga ya en una de las salas principales del Museo McNay de San Antonio, una vez reenmarcado al estilo de la época. Su director decidió indultarlo de su larguísima estancia en los almacenes de la institución, para lo que dispuso su limpieza y restauración. Y es que la pieza estaba “bastante retocada” en sucesivas intervenciones de manos inexpertas que no supieron entender “la importancia de las transparencias y la capa de preparación rojiza” que son típicas en los cuadros de El Greco. “Un problema muy frecuente”, según Leticia Ruiz Gómez, cuando no se encomienda la restauración a un verdadero especialista.
La ‘Cabeza de Cristo’ del Museo McNay fue pintada entre 1579 y 1586, cuando El Greco tenía alrededor de 40 años. De su mano son las pinceladas que dan vida y movimiento al rostro de Jesús de Nazaret, particularmente los ojos y la barba, aunque también se comprueba la intervención de alguno de sus ayudantes en zonas de menor importancia.
El interés artístico de la obra no escapó a la perspicacia de Marjorie y Duncan Phillips, que sólo coleccionaban Arte contemporáneo. A pesar de ello, incluyeron la ‘Cabeza de Cristo’ entre las pinturas que decoraban su mansión de Washington, y que ahora forman parte de la colección del museo tejano que lleva el nombre de Marjorie McNay.