arteselección
El Reino Unido aplica ya el Derecho de Participación
(01/01/2012)
imprimir
imprimir
enviar a un amigo
enviar a un amigo
ver más noticias
ver más noticias
El Reino Unido aplica ya el Derecho de Participación
El derecho de los artistas británicos a recibir parte de los beneficios que genera la reventa de sus obras se extiende ya a sus herederos, en aplicación de la normativa europea que fija en 70 años el Derecho de Participación de los creadores plásticos. El Reino Unido se homologa así con los demás miembros de la Unión Europea en una iniciativa que hace temer “una desventaja cuantitativa” frente a competidores como los Estados Unidos, Suiza o China, según Anthony Browne, presidente de la British Art Market Federation (BAMF).

El mercado británico, que da empleo directo o indirecto a unas 60.000 personas, sustenta su posición dominante en el comercio transfronterizo, por lo que también es “el más vulnerable de Europa a la competencia de los mercados externos”. Los especialistas del sector temen que los propietarios de grandes colecciones que hasta ahora acudían a Londres para liquidarlas se inclinen en el futuro por Nueva York, Basilea y Hong Kong. "Los efectos de tal movimiento se dejarían sentir también en la mayoría de las empresas auxiliares, como proveedores de marcos y restauradores", según expertos consultados por Antiques Trade Gazette.

El Derecho de Participación obliga a remunerar al autor de una obra o a sus herederos con parte de las ganancias que se obtienen con la reventa. El Reino Unido obtuvo en 2006 una moratoria de seis años para aplicar la nueva tasa en las operaciones de compra-venta, pero dicha obligación le concierne como a cualquier otro miembro de la UE desde el 1 de enero de 2012. Eso podría traducirse en unos beneficios suplementarios de más de 1.000 millones de euros cada año para los artistas más cotizados y sus respectivos herederos.

La nueva realidad complace a la inmensa mayoría de los creadores, que gestionan el Derecho de Participación a través de sociedades similares a las que ya tenían los músicos y escritores. Se trata de “reconocer el papel de los herederos en la preservación del Arte”, como ha comentado Damien Hirst. Pero eso supone un sobreprecio que, obviamente, hace más competitivos a los mercados que no lo aplican.

Hasta ahora no se han publicado estudios que cuantifiquen las consecuencias del recargo en los demás países de la Unión Europea, pero los especialistas británicos creen que sus resultados quedaron enmascarados por la burbuja que se produjo en el mercado artístico entre 2006 y 2009. Lo que no evalúan esos expertos es el beneficio obtenido por el mercado británico durante los cuatro años en que sus competidores de París, Berlín o Madrid tuvieron que aplicar el Derecho de Participación mientras que Londres se mantenía al margen. En el Reino Unido se mueven cada año unos 9.000 millones de euros por operaciones de compra-venta de Arte.